Origen del método
El Método Singapur para el aprendizaje de matemáticas proviene, como el propio nombre indica, del país asiático. Es en Singapur donde se ha desarrollado este sistema de aprendizaje con un enfoque diferente al tradicional.
El reconocimiento le viene del internacional Informe PISA, que refleja que los mejores resultados en matemáticas están en los alumnos singapurenses. Sin embargo, también tiene sus detractores en el ámbito educativo.
Este procedimiento, también llamado Mastery Approach, se empezó a construir en los años 80. El pequeño país, cerca de Malasia, diseñó un sistema basado en la manipulación de objetos, la utilización de imágenes e incluso sonidos. El concepto que subyace es el de centrase en el razonamiento lógico de la resolución de problemas y no en el resultado.
A lo largo del tiempo, el método se ha ido enriqueciendo con los fundamentos de reconocidos pedagogos como Jerome Bruner, Richard Skemp, Zoltan Deines, Vygotsky y Jean Piaget.
Cómo funciona
La enseñanza tradicional de matemáticas tiende a presentar un déficit en la generalización y extrapolación contenido aprendido. Uno de los datos que se han encontrado diferentes pedagogos al evaluar la adquisición de conocimientos matemáticos, radica en que los niños aprenden formas de resolver un problema concreto y no son capaces de aplicar esas formas a problemas similares. Parecen que memorizan como hacer cada problema, en vez de aprender a resolverlo. Esto podría indicar que hay un problema de interiorización e integración del aprendizaje matemático.
El Método Singapur utiliza objetos, símbolos y pictogramas para enseñar la lógica del razonamiento más allá de centrarse en lograr un resultado. El sistema se desarrolla en tres estadios: Concreto, Pictórico y Abstracto.
En la primera etapa, se utilizan materiales concretos. Se favorece la manipulación y se integran objetos comunes familiares para el propio alumno.
En la segunda etapa, se pasa a usar formas pictóricas; imágenes, dibujos o símbolos que facilitan los procesos de resolución.
En la tercera etapa, se trabaja la asimilación abstracta del aspecto que se está trabajando.
¿Es efectivo el Método Singapur?
Aparte del ya mencionado Informe PISA, que sitúa a los estudiantes de Singapur a la cabeza de la clasificación mundial en matemáticas, existen algunos otros estudios que parecen avalar el sistema, pero con ciertas reticencias. Investigaciones realizadas por el Instituto de Educación del University College London muestran una mayor velocidad en el aprendizaje de habilidades matemáticas. Aunque sus autores resaltan que no existe una evidencia palpable de que sea el mejor enfoque. Si bien, puede ser más efectivo que los enfoques tradicionales, el efecto parece ser solo ligeramente superior.
Otros estudios (como el desarrollado por la Universidad de Santiago de Chile), destacan muestran una mejora considerable e incluso una reducción significativa en la brecha de género (la diferencia de rendimiento matemáticos entre niños y niñas es uno de los retos endémicos en pedagogía).
En resumen, el Método Singapur parece ser un buen sistema para el aprendizaje de las matemáticas. La clave podría estar en la forma de integrarlo dentro del método actual y en la forma de desarrollarlo.